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lunes, 7 de octubre de 2024

EL ZORRO (Vulpes vulpes)


(Fotografía de un zorro (Vulpes, vulpes) obtenida en la Sierra de la Ofra.)
 
El zorro es un mamífero conocido y de fácil identificación. Es un animal muy popular, protagonista frecuente de cuentos y leyendas. Entre nosotros, son comunes las viejas historias sobre "rabosas" que bajan de las sierras al anochecer para causar estragos en corrales y gallineros. Es proverbial la astucia de este animal. Lo más característico de su fisonomía es su larga y poblada cola, utilizada como estabilizador en sus carreras y que le da el nombre de "raposo" o, en Aspe, "rabosa". Tiene una cabeza grande y ancha, con un rostro enmarcado por grandes orejas y un hocico puntiagudo. Su peso promedio oscila entre los 3 y los 9 kilogramos, siendo los machos de mayor tamaño, llegando algunos grandes ejemplares a acercarse a los 15 kg. El exterminio del lobo hace más de dos siglos lo convirtió en el único cánido salvaje de nuestros campos y montes.

Su organización social varía, existiendo individuos solitarios, emparejados o formando pequeños grupos familiares. Su época de celo es en invierno, con partos en primavera. La descendencia varía entre una y siete crías, que se dispersarán del núcleo familiar al finalizar el verano. Los zorros son precoces y pueden reproducirse a partir del primer año de edad. Aunque pueden verse a la plena luz del día, su actividad es principalmente nocturna o crepuscular. Más que ser un carnívoro especialista, es un omnívoro oportunista, capaz de aprovechar todo tipo de recursos. El zorro siempre encontrará algo con lo que alimentarse. Esta adaptabilidad, junto con su alta capacidad reproductiva y la ausencia de enemigos naturales (lobo o lince), explica su abundancia. Su dieta incluye alimentos variados, desde frutas y vegetales hasta insectos y carroña, pasando por carne de aves, pequeños mamíferos, crustáceos y peces.

https://www.youtube.com/watch?v=Zba8b8zFc4M

El zorro está distribuido por toda la península ibérica, faltando en las islas. En la Comunidad Valenciana está presente en todo el territorio, siendo el carnívoro silvestre más común y extendido. En Aspe, hemos conseguido citas de zorro en todos los lugares, sin excepción, donde hemos dejado un dispositivo de fototrampeo: Uchel, Tolomó, Upanel, Algezares, Sierra de la Ofra, Horna y Quincoces. También puede merodear y ser avistado en zonas agrícolas e incluso moverse en entornos urbanos en busca de basura y desperdicios. Lo hemos visto en las inmediaciones de la urbanización de Santa Elena y en las cercanías de la de San Isidro.

Desde tiempos pasados, la caza del zorro ha sido implacable por ser considerado una amenaza para especies cinegéticas y animales domésticos o de corral. Incluso las autoridades promovían e incentivaban su exterminio, como sucedía en nuestro pueblo, cuando el ayuntamiento pagaba una suma en metálico a los cazadores por cada zorro abatido. Hoy en día, sigue siendo intensamente perseguido para controlar su alta densidad, especialmente en cotos de caza. Para hacernos una idea, en la Comunidad Valenciana, según estadísticas cinegéticas, se mataron más de 14.000 zorros en la temporada 2010-2011.

En nuestro término municipal, la especie está muy amenazada por la sarna, una enfermedad cutánea provocada por un ácaro que puede transmitirse a animales domésticos e incluso al hombre. Sabemos que muchas veces la sarna actúa como regulador natural de la sobrepoblación de estos cánidos. Los ejemplares infectados sufren de picazón intensa, pérdida de pelo, infecciones secundarias y, en casos graves, pueden morir debilitados por la enfermedad. Hemos observado varios individuos afectados, algunos altamente deteriorados, sin pelo, extremadamente débiles y Flacos, más parecidos a pequeños y desnutridos podencos que a un raposo sano. Los zorros también pueden transmitir otras enfermedades como el moquillo o la rabia.

Entre los comportamientos registrados por nuestras cámaras de fototrampeo destaca la estrategia del raposo de excavar despensas donde entierra y acumula restos de alimento para consumirlos posteriormente. Con una capacidad gástrica de 300-400 gramos, muchas de sus presas no pueden ser devoradas de una sola vez. Al guardar el sobrante, el animal se asegura reservas de comida para épocas de penuria. La longevidad del zorro es de 10-14 años, aunque en la naturaleza, su esperanza de vida suele ser mucho más corta.



(Raposo con un conejo en sus fauces cruzando delante de nuestra cámara. Soto del Río Tarafa, paraje de Quincoces).



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