(Primer plano de un martinete común juvenil)
En el río Tarafa, en nuestro puesto de Quincoces, hemos filmado a otra especie relevante que, además, podemos tomar como bioindicador medioambiental: el martinete común. Este tipo de ardeida, también conocido como 'garza bruja' o 'cuervo de la noche' debido a sus hábitos preferentemente nocturnos o crepusculares, ha sido un objetivo frecuente de nuestra cámara. Ahora bien nosotros siempre lo hemos filmado a plena luz del día. Las numerosas fotografías y películas obtenidas muestran tanto ejemplares adultos como individuos jóvenes evidenciando que el Tarafa y su entorno han sido elegidos como lugar de nidificación y cría por esta ave.
Ver a los ejemplares jóvenes explorar y moverse por primera vez por el cauce nos permite mirar al futuro con optimismo. La presencia de esta nueva descendencia indica que la especie se está recuperando y prosperando en este hábitat. Así, el martinete común se suma a la lista de especies que encuentran en nuestro río un refugio seguro, subrayando la importancia del mismo para la biodiversidad.
La comparecencia de esta bella garza en el Tarafa está estrechamente relacionada, como en el caso de la nutria o de otras especies, con la calidad del agua y el estado del ecosistema fluvial. Entrando en detalle, el martinete común se alimenta principalmente de peces, anfibios, y pequeños invertebrados acuáticos, todos ellos muy sensibles a la calidad del agua. Así pues, un cauce con agua limpia y bien oxigenada es imprescindible para mantener las poblaciones de sus presas. A este respecto, hemos logrado bastantes tomas del martinete común pescando barbos de considerable tamaño y dando buena cuenta de sus capturas, corroborando que estamos ante un excelente e insaciable pescador:
https://www.youtube.com/watch?v=gZlvOZuB3kk.
Por tanto, como especie que depende de la pesca, su aparición
en nuestro río estaría indicando una vez más niveles bajos de contaminantes en
el agua. La contaminación por pesticidas, metales pesados, y otros tóxicos
afecta negativamente a las cadenas alimenticias acuáticas y, por ende, a las
aves piscívoras. Además de lo anterior, el martinete común requiere áreas con
vegetación ribereña densa y accesos a cuerpos de agua abiertos para cazar. Es
precisamente el entorno favorable que encuentra en la galería riparia de
Quincoces. La vegetación ribereña, como los carrizales y los bosquecillos de
tarayes de la zona, no solo proporciona refugio y lugares de nidificación, sino
que también desempeña un papel crucial en la estabilización de las orillas y en
la mejora de la calidad del agua. En resumidas cuentas, La presencia del
martinete común en Quincoces sugiere un ecosistema fluvial diverso y
suficientemente equilibrado.
(Ejemplar adulto de martinete común. Obsérvese la diferencia
del plumaje del adulto con el del juvenil de la fotografía anterior).
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