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lunes, 11 de noviembre de 2024

EL ALZACOLA ROJIZO (CERCOTRICHAS GALACTOTES)

 

El 10 de agosto de 2024 nuestra cámara grabó la irrupción de un alzacola rojizo por la orilla derecha del río Tarafa. La cita fue confirmada por el profesor Germán López Iborra del Departamento de Ecología de la Universidad de Alicante que durante años ha estudiado la especie junto a otros paseriformes amenazados en ambientes mediterráneos. Un equipo de investigadores en la provincia de Jaén, colegas del citado profesor, así como anilladores expertos, también ratificaron la cita. Esta ha quedado definitivamente verificada y registrada en el Banco de Datos de Biodiversidad de la Generalitat Valenciana.



El alzacola rojizo (Cercotrichas galactotes) es un ave paseriforme de la familia Muscicapidae, conocida por su distintivo plumaje de tonos pardos y rojizos, con un pico ligeramente curvado y una cola larga que suele levantar de manera característica. Esta especie es de tamaño mediano, con una longitud aproximada de 15 a 16 centímetros. Su dieta está compuesta principalmente por insectos y otros pequeños invertebrados que captura en el suelo o entre la vegetación baja. El alzacola rojizo es un ave migratoria que inverna en África subsahariana y se reproduce en la región mediterránea, incluyendo España, donde busca hábitats abiertos y secos con matorrales, olivares, y zonas agrícolas con setos.

En la Comunidad Valenciana, el alzacola rojizo ha sufrido un declive notable en las últimas décadas, pasando de ser una especie relativamente común a estar catalogada como una especie en peligro de extinción. Esta merma en su número se debe a varios factores, entre ellos la pérdida y fragmentación de su hábitat natural debido a la expansión agrícola intensiva, el abandono de prácticas agrícolas tradicionales, y la urbanización. El uso de pesticidas también ha reducido la disponibilidad de su principal fuente de alimento lo que ha afectado negativamente su reproducción y supervivencia.

El ecosistema preferido del alzacola rojizo, compuesto por paisajes mosaico con cultivos de secano, setos y áreas arbustivas, se ha reducido significativamente en la provincia de Alicante y otras partes de la Comunidad Valenciana. Como resultado, los alzacolas han disminuido, y los avistamientos de esta especie son cada vez más esporádicos. Los últimos censos indican que sus poblaciones están muy fragmentadas, con focos residuales en algunas zonas del sur de Alicante y en áreas aisladas donde todavía se encuentran las condiciones necesarias para su supervivencia. Se ha detectado la presencia de parejas remanentes en bancales abandonados donde ha crecido la salsola o barrilla. Este tipo de hábitat lo podemos encontrar en los aledaños de Quincoces, en terrenos cercanos o adyacentes al lugar donde ha estado colocada nuestra estación de fototrampeo.

La modernización de la agricultura ha llevado a la eliminación de setos y márgenes, lo que ha reducido drásticamente el hábitat adecuado para la especie. Los últimos avistamientos de alzacola rojizo en la región de Alicante corresponden a pequeñas poblaciones que luchan por sobrevivir en entornos cada vez más hostiles. Estos registros subrayan la necesidad urgente de implementar medidas de conservación específicas que incluyan la protección y restauración de su entorno natural, así como la promoción de prácticas agrícolas sostenibles que puedan revertir la tendencia regresiva de esta emblemática ave mediterránea.

domingo, 3 de noviembre de 2024

EL TARAFA Y EL VINALOPÓ COMO CORREDORES ECOLÓGICOS

El Tarafa, afluente principal del Vinalopó, desempeña un papel importante en la red de corredores naturales que se extiende por la provincia de Alicante. Aunque es un río muy modesto en términos de tamaño y caudal, su importancia ecológica no debe subestimarse. El río y su vegetación de ribera proporcionan una vía de desplazamiento segura para numerosas especies, desde pequeños mamíferos y reptiles hasta aves migratorias y carnívoros. En este sentido, el Tarafa actúa como un ramal, un brazo de acceso a la más amplia cuenca del Vinalopó, permitiendo que la fauna se mueva a lo largo de una ruta que conecta las montañas interiores y la meseta con las zonas costeras y viceversa.

El Vinalopó, por su parte, es un corredor mayor y más significativo en la provincia de Alicante. Aunque su estado de conservación varía a lo largo de su curso, desde áreas más naturales y bien conservadas hasta tramos más afectados por la actividad humana, el Vinalopó sigue siendo un Canal esencial para el movimiento de la fauna. Los mamíferos como la nutria son ejemplos claros de cómo estos pasillos permiten a las especies moverse entre distintos hábitats, buscando alimento, pareja o nuevos territorios.

Desplazamientos y Colonización de Nuevos Territorios:

La capacidad de las especies para desplazarse a través de estas travesías es fundamental para la dispersión de los individuos jóvenes y la colonización de nuevos territorios. Los ríos, con sus márgenes generalmente repletos de vegetación, ofrecen cobertura y un ambiente relativamente protegido, lo que facilita el movimiento de los animales a lo largo de grandes distancias. Además, la presencia de agua asegura que estos desplazamientos se puedan realizar sin la presión de buscar fuentes hídricas, lo que es especialmente importante en regiones semiáridas como la provincia de Alicante.



Este movimiento continuo tiene varias implicaciones. Por un lado, permite a la fauna recolonizar áreas de las que había desaparecido, recuperando así su distribución original. Por otro, facilita la expansión de animales que, aprovechando las condiciones favorables, pueden extender su rango de distribución. Un ejemplo de esto es la llegada potencial de nuevas especies, como el meloncillo, al Vinalopó y al Tarafa desde otras zonas de la Península Ibérica.

NUEVA CITA DE NUTRIA EN EL TARAFA

  Después de la ausencia de noticias durante los meses de otoño e invierno, hemos vuelto a grabar a la nutria fugazmente en la madrugada del...