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viernes, 24 de enero de 2025

Río Tarafa


Hoy el Tarafa ya no abastece las fuentes públicas de la villa de Aspe, ni con sus aguas se riegan los bancales de las huertas Mayor o del Aljau. Tampoco mueve los molinos harineros que jalonaban sus márgenes, como el de Meseguera o el del Sastre, de los cuales solo quedan melladas paredes y montones de ruinas. En nuestros días es más un lugar de paseo y esparcimiento para quienes eligen, por un rato, apartarse de las pantallas digitales, así como un delicado reducto para la vida silvestre, para muchos de esos seres que nos acompañan en este mundo llenándolo de vida y belleza. Es un frágil vergel, amenazado por la contaminación de plaguicidas agrícolas y la sobreexplotación de su caudal, que acoge en sus someras aguas y a lo largo de sus orillas una rica biodiversidad; a numerosas y maravillosas criaturas, algunas tan hermosas o representativas como el vistoso Martín pescador, el diminuto fartet o la grácil nutria. Tres especies que nos remiten a un río todavía vivo, a pesar de los muchos abusos que ha sufrido; aún, un pequeño tesoro ecológico, un patrimonio natural que debemos cuidar para legar mejorado a las futuras generaciones.





domingo, 12 de enero de 2025

LA CULEBRA DE ESCALERA (Elaphe scalaris)

                         (Culebra de escalera juvenil dirigiéndose a su hura. Sendero del Tarafa)

En Aspe, en lo referente a la fauna reptiliana, nos encontramos con una relativa riqueza pues contamos con algo más de un tercio del total de las especies ibéricas.

En una de nuestras periódicas visitas de revisión al lugar donde está colocada la cámara tuvimos un encuentro con un ejemplar juvenil de culebra de escalera que reptaba hacia su hura, situada en el margen izquierdo del sendero del Tarafa. Es una especie de ofidio completamente inofensiva para el ser humano y muy beneficiosa por el control que ejerce sobre las poblaciones de ratones, ratas y topillos. En nuestro pueblo, al parecer, ha recibido también la mítica denominación de “sacre”[1].

El nombre de escalera proviene de su patrón de coloración distintivo que incluye dos líneas oscuras longitudinales a lo largo de su espalda, que se conectan con otras líneas transversales, formando un diseño que recuerda a este objeto. Puede alcanzar una longitud de hasta 1.6 metros, aunque la mayoría de los individuos son más pequeños. Su coloración varía del gris al marrón claro, lo que le permite camuflarse eficazmente en su entorno natural. La culebra de escalera es ovípara, poniendo entre 4 y 20 huevos que son incubados durante aproximadamente dos meses antes de que las crías nazcan.



[1] AA. VV., Aspe. Medio Físico y Aspectos Humanos. Ayuntamiento de Aspe, 1998.

NUEVA CITA DE NUTRIA EN EL TARAFA

  Después de la ausencia de noticias durante los meses de otoño e invierno, hemos vuelto a grabar a la nutria fugazmente en la madrugada del...